Bafreakci 2010: Hacerme Feriante
rss
email
twitter
facebook

jueves, 15 de abril de 2010

Hacerme Feriante

Hacerme Feriante. Argentina, 2010. Dir: Julián D´Angiolillo.

Quizá lo más sincero de este sincero film radique en cierto pasaje del mismo al cual no nos atrevemos a catalogar como escena: Un tren de pasajeros cruza a paso de hombre las entrañas de la feria de La Salada mientras un caos que no es tal (por que allí mismo reside su cosmos) hierve en bullicio y parece decidido a ingresar a través de las ventanas del vagón hasta cubrir por completo la pantalla, mas nunca lo hace, en una suerte de respeto mutuo que se dispensa entre realizadores y documentados.

Del otrora popular balneario de agua salada (y helada) ya no queda nada excepto un bienvenido material de archivo que nos expone la gloria de antaño, al menos en cuanto a balnearios se refiere. Hoy por hoy, sobre las glorietas crecen totoras y camalotes, sobre las estatuas hay huevos de Ampularia (caracol lacustre) y bajo las aguas semiestancadas de los piletones se reproducen ranas y escuerzos.

Un poco más allá, una increíble feria (compuesta por tres cooperativas) ofrece desde chips telefónicos hasta tangas, pasando por compilados de películas cristianas en DivX y luces para el arbolito de navidad. En medio de esto, el trajinar diario de un montón de personas de aquí y de allá para las cuales vivir resulta un trabajo auténticamente duro, entre madrugones y empleados estatales que los impulsan a abandonar su condición de feriantes y pasar a formar parte de las cuadrillas que limpiarán, en un supuesto futuro, la arteria principal que hoy día ocupa la feria.

D´Angiolillo no pregunta, no interroga ni cuestiona: Transcurre por allí y nos ofrece un panorama bastante desconocido de esta feria que en ciertos foros internacionales es considerada fenómeno, acompañando en silencio no sólo el momento de hervor de La Salada, si no también los momentos de cocción previos (ropa "trucha" y DVDs "ilegales").

Un documental que se dedica, sencillamente, a documentar. Ni más ni menos.

Mención especial merece el diseño sonoro de Hacerme Feriante: En materia de construcción sonora, este film parece el hermano intenso de la Hiroshima de Pablo Stoll, lo cual además de meritorio es sumamente auspicioso.

* * * *
Daniel Celina.